Su carrera comenzó de manera inesperada cuando fue descubierto por un director en una audición. Desde entonces, su carisma y presencia le permitieron ascender en un competitivo mundo de telenovelas, convirtiéndose en uno de los actores más codiciados de la televisión mexicana. Sin embargo, el éxito trajo consigo una serie de controversias, incluyendo un distanciamiento doloroso con su hijo, Eduardo Yáñez Junior, y conflictos mediáticos que afectaron su imagen pública.