Estuvieron casados siete años en los que tuvieron tres hijos y actualmente mantienen una bonita amistad
Los caminos de Julio Iglesias e Isabel Preysler se separaron hace más de cuatro décadas, pero el respeto, la admiración y el amor por la familia que formaron juntos siempre ha prevalecido y prevalecerá. Actualmente mantienen una excelente relación en la que prima la amistad y el cariño. Así quedó reflejado el pasado mes de marzo, cuando el cantante rompió su silencio en ¡HOLA! y salió en defensa de su primera esposa, quien ha recordado cómo comenzó su relación. Durante su visita a El Hormiguero, Isabel ha dado todos los detalles de las curiosas circunstancias en las que conoció al que tiempo después se convirtió en el padre de sus tres hijos mayores, Chábeli, Julio y Enrique Iglesias.
La vida de Isabel cambió con 18 años, cuando dejó su Filipinas natal para iniciar una nueva etapa en España. Desde sus primeros instantes quedó fascinada con el país, donde asegura que “hasta el colegio era divertido”. Podía disfrutar saliendo sin tener que llevar a una mujer que la vigilara, yendo a tomar churros con chocolate… Planes que en su país estaban “totalmente prohibidos”. Fue precisamente en este nuevo ambiente donde conoció a Julio mediante una “encerrona” de la que ha hablado con gran sentido del humor.
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“Julio tenía otro amigo que se llamaba también Julio (Ayesa) y llevaba llamándome desde enero porque (Iglesias) quería conocerme después de verme en una fiesta de Juan Olmedilla, que era el dueño de La Boite, que era una discoteca divertida. Pero fue de esas cosas que no llega el momento”, ha comenzado a relatar. Todo cambió en mayo, cuando ambos acudieron a una fiesta que daba Tomás Terry en la Casa de Campo de Madrid, “donde Lola Flores baila y canta, muy divertida, y estaba Carmen Martínez-Bordiú todavía con su novio de entonces, Rivera”.
No fue dentro del evento donde se presentaron, sino que llegaron a la fiesta a la vez ¡y montados en el mismo coche! Isabel ha explicado que fue a la velada con un grupo de amigas y cuando de camino pasaron por el paseo del Pintor Rosales dijeron: “mira quién está allí, Julio Iglesias. Miramos y efectivamente, y nos tocan la ventanilla. Abrid, abrid, ¿dónde vais? A la fiesta de Tomás Terry. Ah, nosotros también, ¿por qué no venís una en el coche con nosotros? Que venga Isabel“, ha relatado reproduciendo la conversación.
Comenta Isabel que preguntó por qué tenía que ir ella e inmediatamente después el semáforo se puso en verde. “Entonces me echan del coche, se mete Julio (Ayesa) y me encuentro con Julio (Iglesias). Me meto y le digo, hola soy Isabel. Y me dice, hola, soy Julio. Así nos conocimos. Fuimos a la fiesta, se quedó conmigo toda la noche y me llevó a casa después”, ha detallado.
Nació así la relación que fascinó a España. Aunque no comenzaron rápidamente sino que primero se fueron conociendo, Isabel explica que en esa primera toma de contacto se dio cuenta de que Julio tenía algo especial: “Tenía charm (encanto), mucho, mucho. Era muy charming. Tenía un encanto brutal, cantaba y las señoras se volvían locas, le metían papelitos en el bolsillo con los teléfonos”. El 29 de enero de 1971 se dieron el ‘sí quiero’ en La Quinta de Illescas, una boda que causó una gran expectación.