El avance, que comienza con una reflexión sobre el paso del tiempo y el dolor, establece un tono melancólico pero esperanzador. “El tiempo no sana nuestras heridas, solo nos enseña a vivir con ellas”, se escucha al inicio, sugiriendo que la historia de amor y pérdida entre Jack y Rose no está olvidada, sino que sigue viva en la memoria colectiva.