La relación entre Julio Iglesias y su hijo Enrique está quebrada hace 30 años. Una interna entre el hombre que le dio la vida y el joven con aspiraciones de crecimiento hizo que se distancien para siempre, y en estas tres décadas que pasaron se vieron en tan sólo dos oportunidades.
El motivo del conflicto fue porque el hijo quiso seguir los pasos artísticos del padre.
Julio es papá de ocho hijos en total, fruto de diferentes relaciones amorosas que tuvo a lo largo de los años mientras se desarrollaba como artistas y se convertía en uno de los grandes intérpretes de la lengua hispana. Y de uno de sus amores nació y creció Enrique.
Y ya de adolescente, uno de los herederos de Iglesias quiso seguir sus pasos, arrancó su camino en la música pero omitió avisarle a Julio cuando consiguió su primer gran logro profesional, y eso los separó para siempre, hasta la
A los 18 años firmé un contrato de discos y era una aventura, llegué de vuelta a Miami y era una de esas cosas que decía que mañana se lo iba a decir a mi padre, llegó mañana, no se lo dije”, confesó Enrique en una entrevista, y dejó conocerse el por qué con su padre son “enemigos íntimos”.
LAS DIFERENCIAS IRRECONCILIABLES ENTRE JULIO IGLESIAS Y SU HIJO ENRIQUE
Cuando Julio se enteró de que Enrique había firmado el primer y gran importante contrato en su carrera que lo lanzaría masivamente a la música, se enojó tanto que decidió cortar todo tipo de vínculo con su hijo. En tanto Enrique decidió mudarse a Canadá, lanzarse de allí y cambiarse el apellido al de su madre, Martínez.
JULIO Y ENRIQUE ESTÁN ENFRENTADOS HACE 30 AÑOS
Pero esa fisura se volvió más y más grande con el correr de los años al punto en que padre e hijo sólo se volvieron a ver dos veces, en el transcurso de todo este tiempo. En una primera oportunidad, en el año 2005, cuando se encontraron ocasionalmente. Y en una segunda, cuando falleció su suegro.