La historia comienza diez años después de que Malorie (Sandra Bullock) y sus hijos, Tom y Olympia, llegaran a la seguridad del santuario. Ahora, como adultos jóvenes, los niños sienten curiosidad por el mundo que hay más allá de su refugio protegido. A pesar de las advertencias de Malorie, anhelan comprender los orígenes de las criaturas y buscar a otras que podrían haber sobrevivido.
La paz del santuario se ve destrozada cuando llega un nuevo grupo de supervivientes que traen noticias de una evolución devastadora: las criaturas ya no se limitan a afectar a las personas a través de la vista. Ahora emiten un sonido de baja frecuencia que vuelve loco a cualquiera que se encuentre dentro del alcance, lo que obliga a los supervivientes a adoptar cascos con cancelación de ruido junto con sus vendas para los ojos.
Tom y Olympia, desesperados por ayudar a su comunidad en dificultades, se embarcan en una peligrosa misión a un centro de investigación abandonado que, según se rumorea, contiene la clave para detener a las criaturas. En el camino, se enfrentan a encuentros aterradores con cultistas que adoran a las criaturas, creyendo que son precursores de un mundo nuevo y puro. Estos fanáticos se exponen voluntariamente a las criaturas e intentan atraer a otros hacia su perdición.
Mientras la familia se reúne para una batalla culminante, Malorie hace un sacrificio desgarrador para salvar a sus hijos, dejando a Tom y Olympia para liderar a los sobrevivientes restantes. La película termina con una nota escalofriante, con las criaturas aún acechando y el futuro de la humanidad incierto, lo que sugiere la posibilidad de otro capítulo.